Hace poco finalizó el último intento de desacreditar al psicoanálisis, y de impedir el acceso a un tratamiento psicoanalítico (como hasta ahora se viene dando hace décadas) a aquellos que así lo quieran o lo necesiten. Me estoy refiriendo a lo que sucedió en el Parlamento francés con la llamada “enmienda 159”. Frente a esta barbaridad, las respuestas no se hicieron esperar y decenas de psicoanalistas, así como asociaciones de padres, dieron batalla en rechazo a la propuesta. En este sentido, es mi idea aquí recoger los principales argumentos que se dieron y sus contundentes respuestas. Porque el psicoanálisis parte desde una lógica de lo singular, y a pesar de contar con un objeto de estudio, un método y un corpus teórico inmenso, no tiende a la sistematización de los datos, pero vaya que hay cientos de libros que demuestran la eficacia y los efectos del tratamiento psicoanalítico. Entonces, más allá de la molestia inicial, hay que agradecer estos embates, porque promueven que los psic...
Además de los cuentos infantiles, todos sabemos mucho sobre historias, de aquellas que Freud llamaba novelas neuróticas, historias infantiles, con nuestros mitos referidos a esas historias. Los psicoanalistas, desde Freud hasta hoy, hemos optado por escuchar historias, sostenida esta actividad por una necesidad y metodología clínica. ¿Por qué? Porque la historia en tanto letra bordea lo que deja afuera, y es inevitable que esto sea así. Solo se historiza aquello que podemos integrar en el edipo, aquello que tiene que ver con la represión, con la castración, en consecuencia no se integra lo demás de la estructura. Es decir hay elementos de la estructura del sujeto que al no pasar por la represión, no tienen historia. Esto es lo real, y esa es su condición: estar por fuera de la historia del sujeto. Este “fuera del sujeto” aparece en la clínica en el “campo del Otro”: en la Psicosis en forma de alucinaciones, e incluso en el propio cuerpo en el llamado fenómeno psicosomático. ...