Nora Barnacle, a la pregunta de qué es lo que estaba escribiendo su marido una vez respondió: “ yo no sé qué escribe, pero sí sé que se caga de risa toda la noche ”. [1] La frase de la esposa de James Joyce deja en claro el júbilo gozoso al escribir y hasta qué punto él mismo estaba tomado por eso que escribía y que resonaba en su cuerpo en estallidos de risa, seguramente pensando en cómo sus lectores iban a romperse los sesos tratando de entender qué fue lo que quiso poner. Y lo consiguió. Esta claro que la lectura de Joyce no nos deja indiferentes, con sus férreos defensores y en igual medida detractores. Si hay algo que se puede decir de Joyce y su escritura es que se ha construido su artificio, su invención, su sinthome en base a ella, pero lo interesante del caso es que con eso ha logrado causar el deseo de otros. Y esto es lo que interesa aquí: cuál es el trabajo que algunos realizan con su obra. Su escritura contiene misterio, enigma y secreto que aunque pare...